Pág. 4 “Lo más difícil comienza cuando no le queda mas que esperar a que el país del menor le haga una propuesta para adoptar a un niño o niña en concreto”. el proceso si desea terminar siendo el feliz padre de un menor adoptado. En estas fases iniciales del proceso, usted va realizando tareas: decidir parar o seguir adelante; y este control proporciona seguridad y ayuda a muchos futuros padres adoptivos a superar las múltiples dificultades que se les presentarán, porque cuando se inicia el proceso de adopción se debe partir de la madurez del individuo y de la capacidad personal para superar dificultades. Al mismo tiempo, uno debe tener paciencia, constancia, perseverancia y mucha ilusión. Y debe mantener estas virtudes a lo largo de todo el proceso si desea terminar siendo el feliz padre de un menor adoptado. En estas fases iniciales del proceso, usted va realizando tareas busca información, lee, reflexiona, madura la idea, se forma como futuro padre adoptivo, reúne y entrega los documentos necesarios para abrir un expediente y avanzar en el proceso, habla con distintos profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, médicos, abogados...), comenta su decisión con familiares y amigos, hace un desembolso económico, etc. Es decir, usted realiza tareas, controla la situación y avanza hacia el objetivo final: tener un hijo adoptado. En realidad, lo más difícil comienza cuando ya ha hecho todo lo que dependía de usted y no le queda más que esperar a que el país de origen del menor adoptado - que usted ha escogido - le haga una propuesta para adoptar a un menor en concreto. La espera es una etapa muy real y complicada que en la actualidad se ha agravado, porque los años de espera han aumentado. Ha habido momentos en la historia de la adopción internacional en los que la espera era mínima: China entregaba a niños sólo entre seis y nueve meses después de que llegara a Pekín el expediente. Posteriormente, este periodo se alargó a un año, luego a dos años, y hoy en día tarda más de cuatro años. Colombia tiene una espera en torno a los tres años, aunque varía en función de la edad del menor; en Etiopía los tiempos de espera fluctúan mucho, sin que se perciba una razón para ello. Otros países no dan niños suficientes en adopción a España como para disponer de los anteriores cálculos. Rusia es el único país que a lo largo de los años mantiene unas cifras constantes en cuanto al número de niños que da en adopción, pero sus tiempos de espera varían en función de la suerte: se conocen casos en los que los niños han llegado en menos de un año y otros en los que la espera se ha alargado hasta los cuatro años. Valga esta somera referencia a los tiempos de espera, porque en este artículo no se pretende proEsperando la asignación EN Camino
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