Revista Niños de Hoy

Pág. 21 Recuerdo cuando comenté mi decisión de estudiar Psicología: mi padre intentó disuadirme exponiéndome las ventajas de otras carreras más prestigiosas como la Abogacía, la Medicina o la Arquitectura; mi abuela inmigrante jamás pudo pronunciar la palabra “Psicología” a pesar de intentarlo con su pobre castellano; el director de la escuela en la cual trabajaba como maestra jardinera afirmó con un dejo de desprecio “Eso es para los locos” (¡Y pensar que era una escuela francesa y fundada después de mayo del 68!). Los padres, abuelas o directores de colegio que se sorprenden o se desilusionan cuando se menciona la Psicología, son cada vez menos. No obstante, todavía queda un largo camino para recorrer. Pareciera que aún permanece la sospecha de que el aspecto psicológico- como no aparece en los estudios de laboratorio, ni en las placas de radiografía y no puede ser medido por aparatos ni auscultado por médico- no existe. Para que los aportes de la Psicología Infantil sigan enriqueciendo la comprensión del mundo de la niñez y colaborando en la prevención de las perturbaciones mentales, es preciso vencer dos obstáculos: la creencia de que la psicología es “para los locos” y el mito de que los niños no tienen dramas  Dra. Diana Liniado. Psicóloga. LA NIÑEZ TAMBIÉN DUELE Los niños, aquellos que tienen la fortuna de tener una niñez -que no les ha sido arrebatada por alguna guerra, por la orfandad, la explotación u otro tipo de tragedia- quizás no vivan una vida de terror, pero tienen sus dramas. Debemos considerar estos dramas como esperables en la infancia. Aunque no lo recordemos, todos cuando niños, alguna vez nos hemos sentido incomprendidos, inútiles, malqueridos, con temor a ser abandonados, terriblemente culpables o malos. Hasta hace poco tiempo esa angustia existencial -¿porque los niños no habrían de tenerla?- se vivía en silencio. Tal vez sólo los escritores- empezando por su diario íntimo- hablaban con libertad de sus vivencias infantiles. Hoy en día, los niños, si bien guardan sus secretos, expresan con más naturalidad sus dificultades, sus miedos irracionales, sus deseos descabellados, sus sueños imposibles. La comunicación entre padres e hijos ha evolucionado. Los efectos pueden resultar beneficiosos para algunos y negativos para otros. Este progreso- que ha producido cambios en la educación y en la crianza- es producto de los descubrimientos realizados por la Psicología Infantil. Desde hace más de un siglo, distintas investigaciones y experiencias dan cuenta de la existencia del psiquismo infantil: los niños tienen un mundo interior habitado por fantasías y sacudido por impulsos.

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