Crónicas Provinciales 92 tro Claudio” fue el titular del taller de ebanistería de los hermanos Gómez de la calle de la Virgen, José Gómez Sánchez-Porro tallándose en su factoría un bello crucifijo que ejecutó un operario suyo llamado “Cuenda” natural de Badajoz pero ubicado en Don Benito, crucifijo que fue donado por Talleres Gómez a la parroquia de San Sebastián. También en los talleres mencionados y algo más obscuros en sus trabajos fue el Sr. Félix Durán, que algo desaliñado en su atuendo fue apodado “Mugre” y que realizó el primer coche luctuoso de la funeraria San Rafael, dotado de cuatro esculturas angelicales en sus esquinas, vehículo de la década de los 50 que arrancando con manivela de mano, le apodaron “La Mariamparo”6. Se comentaba en principio que fue excepcional alumno del Maestro Claudio el famoso imaginero calabazón Juan Blanco Pajares, (1898-1984) realizando trabajos esculturales, diversos pasos religiosos, confección de tallas de algunos respiraderos y otras grandes obras repartidas en buena parte por la geografía nacional. Desde Castilleja de la Cuesta (Sevilla) su familia nos explica en su biografía ya publicada, que en ningún momento oyeron decir a su padre que trabajara o fuera alumno de Claudio Díaz7. Lo que sí podemos asegurar que fue alumno suyo es Julio Francisco Gordo Martín Romo (1896-1938) quien más adelante se convertiría en otro gran restaurador de algunas tallas de importantes retablos, como el primitivo de la ermita Virgen de las Cruces, aunque su faceta más importante era el dominio de la pintura decorativa llegando a realizar, sobre el año 1923, todo el decorado artístico completo de la ermita Nuestra Señora de la Antigua de la Haba de la Serena (Badajoz) que aun sin documentar, asegura su familia que siguiendo las indicaciones de su maestro, completó su aprendizaje en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Lo que sí está documentado es que durante los cursos 1922/23 diera clases de Dibujo Artístico en el desaparecido Colegio “San José” y años después, formó parte del Claustro de profesores de la extinguida Escuela de Formación Profesional Obrera ubicada en la antigua calle de Alcalá Zamora, hoy calle de La Corte8. Iba también a las clases del Maestro Claudio, el pintor decorador autodidacta y padre de Pepe “Sefui” Francisco Gallego Morcillo. Otro gran alumno suyo fue Juan Aparicio Quintana (1907-1964) muy conocido por sus excelentes obras pictóricas, fuera y dentro de nuestra CC.AA. Obtuvo en 1927, su título oficial en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y en Don Benito, fue contratado en 1940 por el Patronato Local de la Escuela Elemental de Trabajo dando clases de Dibujo Artístico, luego de Modelado y Talla surgiendo también más tarde la Escultura, iniciándose con él una abultada cohorte de alumnos talladores, dominando algunos la escultura, la ebanistería artística en muebles castellanos y también los óleos, acuarelas o carboncillos, cultivando cada uno de ellos sus propios estilos. La mayoría de los alumnos que se iniciaron con nuestro maestro Aparicio9, alcanzaron la fama nacional merecida e incluso llegaron a ser muy conocidos en las esferas internacionales, alternando algunos de ellos, la destreza de las tallas en madera, con la escultura y también con la ebanistería: Antonio Gallego Cañamero, Antonio Martín- Romo Morales, Antonio Reyes Herrera, Antonio Gallego Sánchez, Antonio Martín-Romo Sánchez, José GalleFigura 2-5. Escultura de Claudio Díaz Díaz. Fuente: Edificio que fue de Don Enrique Donoso Cortes.
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