Crónicas Provinciales

Crónicas Provinciales 198 JOSÉ M. BARROSO GÓMEZ. PINTOR. (REPORTAJE INÉDITO). Dadas las circunstancias un tanto especiales del carácter bohemio de este excelente pintor dombenitense, han motivado que la programada entrevista personal, no halla tenido el final deseado, por lo que el autor de este reportaje ha recurrido a sus propios conocimientos que derivan de un profesionalismo que tuvo sus principios, pero que en ningún caso se perdieron aun siendo desconocidos por los admiradores de este gran artista calabazón. Comentarios que han surgido tras examinar muy detenidamente muchas de las obras de este gran artista calabazón. A la hora de ensalzar las obras pictóricas de Barroso Gómez, hay que refrendar que dimanan del hiperrealismo hispano provenientes de las genialidades básicas alimentadas en el clasicismo del arte figurativo tradicional, sólo que la definición hiperrealista, no es compartida por los técnicos y comentaristas del arte, siendo algunos de ellos componentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y los hay también, Licenciados en Bellas Artes. Hay algunos afamados cronistas que le tachan como pintor hiperrealista, mientras que otros indican que sus obras son alardes enfáticos del puro realismo que penetra en lo personificado entablando un penetrante coloquio entre el patrón y su pincel. Barroso, que vive de su propio arte y que ha conseguido que esta minuciosa maestría siga viva entre nosotros, mostrándonos ahora una naturaleza creativa de panoramas urbanos, metrópolis, aldeas iluminadas, bodegones que han quedado en la membrana de numerosas multitudes, de igual modo que reflejan el contenido de sus lienzos, bargueños, enseres, encajes de fina artesanía, los íntimos utensilios hogareños o máquinas de escribir o de coser, sus afectivas artilugios de zurcir que se enlazan a unos blancos lienzos. Pero debajo de sus obras se vislumbra el pleno dominio del artista apreciándose: Contenido pictórico, la solidez del dibujo, sucinto, tranquilo en los diversos realces, penetrante hacia lo familiar de la imaginación que lo representa. José María logra que sus imágenes enfaticen por la fuerza de los objetos semejantes que retrata. En este pintor, ya maduro, la recreación con las coloraciones forma un árbol primordial agrupándolo incluso hasta alcanzar la calidad del naturalismo investigado por su ternura. Son formas y figuras las que componen su amplia obra pictórica que se vinculan en estructuras de inexorable armonía, mientras que el color figura muy variado entre el mecanismo emplazado por la escena de cada lienzo, incluyendo sus trazos. Exige el sentido particular de sus obras a fin de obtener que toda esencia encarnada sea su propio estilo creando un ambiente adyacente, identificándolo como retrato y sobresaliente. Es ineludible imprimir Figura 4-125. Bodegón de esmaltes. Óleo sobre tabla. Medidas, 82 x 37 cms.

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