Crónicas Provinciales 196 “DOLOROSA”. (REPORTAJE INÉDITO). Penúltima imagen para Don Benito que realizó en 1964 el imaginero de Huelva, Sebastián Santos Rojas (1895-1977) siendo restaurada por su hijo en el año 2011, también escultor, ejerciendo su catedralicia en la Universidad de Sevilla, siendo académico de la Real de B.A. de la ciudad hispalense. Escribiendo la biografía de su padre, este catedrático destaca las muy especiales características de sus abundantes esculturas y restauraciones, motivadas en parte, por el vandalismo salvaje de la última contienda nacional. Desde los años 50, el artista origina un genuino conjunto de Vírgenes Dolorosas definiendo unos rasgos de su propio estilo personal: Amplio frontal, a veces de aspecto aniñado y rostro virginal, óvalo fisonómico muy acentuado a partir de los pómulos, barbilla muy fina y redondeada. El leve fruncimiento en el entrecejo con unos ojos muy serenos, favorecen una expresión sosegada. Son muy suaves las líneas de su nariz con diferidas aletas nasales estando la boca, de anatomía pronunciada en el labio superior, que entrecerrados, disponen en las comisuras una mansa tendencia hacia el suelo. Continuando con las características de las Vírgenes Dolorosas de Sebastián Santos, nos detenemos en las posiciones de las manos, delgadas y estilizadas de finos dedos, referencias que toma el escultor de su sobrina Juanita, bellísima y joven mujer, preciosas manos con dedos finos y alargados, ojos como el azabache, con una serena belleza que inspira al escultor a elegir su propio modelo, creando las mascarillas de Dolorosas distintas a otros períodos, figurando entre ellas la de Don Benito. El costo de esta imagen vestida, con brazos articulados, fue sufragado por los condes de Campos de Orellana D. Miguel Granda Torres y Dª. Dolores Losada Lasso. Su corona es también del mismo año realizado por el orfebre sevillano Fernando Marmolejo Camargo, siendo de metal plateado, dorada de oro fino, embellecida con piedras y estrellas que fue restaurada en el año 2012 por los hermanos Marmolejos. Según Julián Ortiz, el paso actual de la Dolorosa procesiona por primer vez el 23 de marzo de 1967. Este Paso clásico de estilo renacentista de la Virgen Dolorosa que en 1966 es gubiado por el destacado alumno de la Escuela de Trabajo Julián Ortiz M. Mora que reafirma su oficialía en el taller de Claudio Martín Soriano creando más tarde, su propio taller. Realiza la ebanistería, otro no menos artista y también alumno de aquel desaparecido Centro, Domingo Gómez V. Parejo que, previamente a estos trabajos y aconsejados por el Consejero Espiritual de la Cofradía, D. Vicente Ruíz y Sáez, marchan los dos a Sevilla con la finalidad de estudiar y concretar la economía de estos proyectos. Los laterales del Paso de esta imagen, también son tallados por Julián Ortiz y están fraccionados en casetones artesanales separados por columnas pareadas, otras sueltas, cornisamentos y otros ornamentos de la portada de la Parroquia de Santiago colocándose en el frontis de estas andas, la figura también en plata, de la Virgen de las Cruces; filigranas plateados que son obradas en 1990, por el orfebre sevillano José Jiménez Jiménez. El Paso de la Virgen Dolorosa alcanzó un costo de 1.663.000 pesetas, añadiendo a esta cifra 150.000 pesetas para adaptarlo a su plateado, obra que también realiza Julián Ortiz. En 1967, la señora Condesa de Campos de Orellana, costea un valor total de 53.400 pesetas por unas obras artísticas que también realiza Julián Ortiz en el hueco que ocupa la imagen de la Dolorosa en la misma Iglesia, que es rodeado por una jamba o moldura tallada que termina en arco de medio punto, mesa de altar adosada con una cartela también gubiada que representa al escudo de la Cofradía. Figura 4-123. Fuente: Archivo particular del autor. Año 2014.
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