Crónicas Provinciales

Crónicas Provinciales 102 Matrona o deidad que en teoría formó parte de la ornamentación del frente escénico del Teatro Romano de Mérida, pero actualmente preside el conjunto de la Sala II de la planta baja del Museo Nacional de Arte Romano, siendo copiada y ejecutada ahora en piedra artificial por la artista emeritense Luisa Díaz Liviano, de Mérida. La autora de esta obra, también experta en mosaicos, realizó otra réplica exacta para su ciudad6 y la diosa Ceres pertenece a la mitología griega que la erige como diosa de las cosechas, la fecundidad y la agricultura, heredando el nombre de cereales a todos los granos cosechados, pero en el año 496 a.C. los romanos también la adoptaron con motivo de una devastadora hambruna. 14.- Según algunos informes facilitados, la Crucifixión existente en la parroquia de San Sebastián es considerada como la imagen de más preciado valor artístico que allí hay presidiendo la Iglesia desde el Presbiterio. Es una talla de incisión tradicional con tamaño al natural y un sentimiento muy señero. La imagen data de 1943 donada al templo por D. José Gómez y Sánchez-Porro que tenía su taller de ebanistería al principio de la calle de la Virgen y que donó en reconocimiento y reminiscencia por proteger en existencia a su hijo D. Pedro Gómez Morcillo tras una prolongada y penosa enfermedad. Fue diseñada y tallada por el empresario ebanista y por Félix Durán, alías “el mugre” apodo popular impuesto dado el desaliñó que portaba en todo su físico y vestimenta y que, también realizó otra talla en los cuatro ángulos del coche fúnebre de la funeraria “San Rafael”. Sin embargo, hay otras versiones de profesionales tallistas que nos dicen que esta Crucifixión fue tallada por otro operario del señor Gómez apellidado “Cuenda” que procedente de Badajoz, se ubicó en Don Benito trabajando en esos talleres. Se dice que la talla se efectuó en la misma alcoba dormitorio donde reposaba de su patología profunda su hijo Pedro, utilizando de prueba su físico sufrido, al parecer de una poliomielitis. Los informes facilitados, expresan que en la confección de la talla, fue preciso utilizar más de una docena de tablones de la preciada madera de pino de Flandes y el trabajo más costoso fue la colocación de los ojos y lengua introduciéndolos en la figura por la zona ulterior de la cabeza. Un lienzo especial tapa las caderas de esta Crucifixión, lienzo que está sujeto por un cordel de lino o esparto. Al contrario de otras esculturas religiosas que suelen presentarse policromadas o con cierto tipo de pátinas, esta Crucifixión que preside la Iglesia de San Sebastián está pintada al óleo aplicando la combinación de colores según las zonas de su físico. Concluida esta Crucifixión, (Fig. 2-14) se ordenó su traslado a hombros por seis operarios desde el taller Figura 2-14. Cristo de San Sebastián. Año 1943. Fuente: pertenece al archivo fotográfico del autor.

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